Desde mi alataya.
Hermanas mías. Vine a avisaros de la Guerra. No fueron sino dos días después de mi llegada que se inició una guerra contra Libia.
Contra la guerra se discute, se critica que en realidad sólo es una guerra por el petróleo. Que las buenas intenciones que claman los dignatarios de establecer la democracia sólo son palabras.
Perdonad si discrepo. Creo que Todo es Real. Creo que Zapatero, Sarcozy, Obama, actúan con la buena intención de pacificar y traer la democracia a Libia, aunque haya otras personas que sólo quieran los contratos para reconstruir después de la guerra.
Pero mi pregunta es, si consideramos que todo lo que se dice es Real, que todo lo que se expresa es Verdad. ¿Legitima eso a ejércitos que no saben ni lo que quieren a entrar en un país y bombardear? No. Ni la Guerra Santa, por ser en nombre de Dios, era legítima, ni esta Guerra, por ser en nombre de la Democracia, es legítima.
Imagen: Reuters.
Nos estamos metiendo en un problema cada vez más grande por no mirar a la Realidad tal y como es. Por buscar segundas intenciones. Los que actúan en esta guerra se sienten legitimados porque no sienten que vayan a beneficiarse de la misma. Porque no se han planteado que Luchar, matar, bombardear, en nombre de la Democracia sea ilegítimo.
Lo es.
Ninguna vida humana puede ser un medio para conseguir un fin, esa es la máxima kantiana.
Ni tenemos derecho a morir por un ideal. Ni mucho menos tenemos derecho a Matar por un ideal.
Toda vida es sagrada.
La tuya la primera.
Desde mi atalaya te pido, no te dejes matar, no asesines, partes de ti misma, por ninguna idea, por ninguna promesa. Lo único sagrado son las mujeres que habitan en ti. Lo único sagrado es la vida que late en cada uno de los habitantes de Libia, ya sean soldados, civiles o dictadores.
Lo que es Es, lo que No es, No es dice la Diosa.