miércoles, 12 de octubre de 2011

Cuidar el cuerpo

Siempre he pensado que la salud es importante. Así que no entiendo por qué las personas que empiezan a notar que algo no va bien siguen como si nada hasta que ese algo queda destrozado. A veces es un dolor pequeño pero continuo y persistente. En una zona mientras se hace un trabajo repetitivo. Un dolor que al principio es una pequeña molestia, pero a medida que pasan los días, los meses, los años, se convierte en una lesión que debe ser operada.
Otras veces es algo ilocalizado, debilidad, cansancio. Otras tos que se hace cada vez más fuerte, ahogo.
Puedo entender que uno tenga miedo al diagnóstico. Puedo entender que lo retrase unos días. Pero me resulta muy extraño el hecho de continuar con lo que sabemos que nos está dañando, sin hacer nada por remediarlo.
El tabaco parece el tema más visible. Pero siempre se disculpa porque es una adicción. Todos los productos químicos que le ponen hacen que sea muy difícil dejarlo. Pero puede que el tabaco no sea más que un síntoma de algo más profundo.
Sabemos que si engordamos las articulaciones, los huesos, las arterias, todo empeora. Pero es cierto que adelgazar es algo terrible. Comer menos es muy duro.
Pero, yo pregunto. ¿Por qué si te duele el cuello, y ese dolor se puede quitar dedicando cinco minutos al día a hacer unas movilizaciones, cuesta tanto hacerlo?
Todos los oficinistas padecen, en mayor o menor medida, del cuello. Cada mañana llego a la oficina desde que sufrí un esguince cervical, y dedico entre 5 y 10 minutos a realizar unas movilizaciones del cuello y los brazos que me permiten hacer mi trabajo y evitar que mi cuello se agarrote y empeore. Todos mis compañeros, sin excepción, me miran y sonríen. Algunos me dicen que ellos "deberían hacer lo mismo". "Ponte conmigo", es mi respuesta. Ni uno solo en estos meses se ha atrevido o lo ha considerado importante. Me dicen que tengo mucha fuerza de voluntad, pero, ¿se trata de eso?
Aceptar que tienes un dolor, y que necesitas hacer algo para solucionarlo, ¿es quizá una muestra de debilidad? Qué es lo que nos da más miedo, ¿dejar que los demás vean nuestra debilidad o aceptar que no somos inmortales y nuestro cuerpo necesita mantenimiento como un coche con algunos años encima?
Quizá el tabaco, el comer en exceso, el no hacer ejercicios suaves para mejorar nuestras dolencias, sean una manera de cerrar los ojos a un cuerpo que demanda cuidados, atenciones y mimos como una novia celosa y posesiva. Mientras lo mantengamos a raya, no haciéndole caso, quizá se canse de pedir y haga lo que queramos. Pero, ¿Y si no? Y si, por tanto maltratarlo, un día el cuerpo se cansa y nos deja, solos con nuestra ceguera y muertos de desidia.

Sé de qué hablo. Mi cuerpo es frágil como las alas de una mariposa. Si lo fuerzo un poco, pierde su brillo y se puede quebrar. Pero si lo cuido, a veces, tiene el suficiente espíritu como para elevarme por encima de los tejados y dejarme vislumbrar un trocito de eternidad. Mi cuerpo, mi precioso cuerpo. Alabado sea.

2 comentarios:

  1. No sé si se me ha borrado el comentario...quería decir que nuestro cuerpo debemos cuidarlo como nuestro templo y tesoro...Es sumamente delicado Un abrazo

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  2. totalmente de acuerdo mi amiga!
    un abrazo enorme

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