En Córdoba hay una densa sensación de pena callada. Después de sufrir cómo el agua arrasaba durante un tiempo sus vidas, las mujeres de Córdoba sienten una serena empatía con las víctimas y los supervivientes de Japón. En una de sus calles colocan una pequeña placa.
In memoriam.
Por todos los que,
víctimas de la fuerza de la naturaleza,
intentan seguir adelante,
con los pedazos rotos.
Pero en Córdoba nada se detiene, y todavía mientras las aguas cubrían la ciudad, una barca surcó los ríos en que se habían convertido sus calles hasta la antigua Iglesia abandonada. Allí, justo en el campanario, se instaló una muchacha, la mujer número 13. La Guerrera.
Puede que hasta ahora no hubiera pisado la ciudad, pero su eco se escuchaba en cada una de sus habitantes. Era necesaria. Y por eso vino, llamada por los gritos de desesperación de aquellos que sabían que pronto sería tarde. Que era necesario un cambio.
En cuanto el agua se retiró, aparecieron carteles por toda la ciudad. Decían:
Derechos,
No Privilegios.
Conferencia el día 13 de Marzo.
Albaida anotó la fecha para acudir a la llamada y escribir una puntual crónica de tan singular evento.
Gracias amiga has llegado al meollo a lo profundo de mi corazon!!!! preciosa y conmovedora entrada!!!! estoy intentando sacar al aire los sentimientos que brotaron ante el espectáculo devastador del terremoto en Japon...espero que tu escribir me de el empujon
ResponderEliminarpara saber expresar tanto dolor, rabia y asombro
ante una tierra que brama arrasa y destruye sin
piedad !!!! Un abrazo amiga mia guerrera!!!!!
Begoña
tu voz tiene el don de causar impacto en mi alma!!!
ResponderEliminarera necesaria la guerrera!!!!!
(te juro que se me pusieron los pelos de punta!)
espero con ansias la continuación mujer!
Veo que volviste con fuerza! Se te echaba en falta.
ResponderEliminarAbrazos
Hola Córdoba, encantada que hayas pasado por casa, a la cual eres muy bienvenida, y que me hallas dejado huellas para seguirte. Veo que eres blog amigo de mi querida Escarcha, y de mi querida Male, y ......¿cómo pues no di contigo antes?
ResponderEliminarBueno, ya estamos y eso me complace, así que por aquí me quedo a la espera de ver donde nos lleva esta tremenda guerrera.
Un fuerte abrazo!