sábado, 19 de junio de 2010

El cuadro

Resumen y propósito:
Todo comenzó en El Blog de Nati hace unos meses. Nati propuso un cuento con final abierto para que los lectores del blog lo terminaran. Los ágiles dedos de Albaida se movieron sobre el teclado para completarlo en nombre de toda Córdoba. Después de aquello Abedul, una tierna adolescente en el cuerpo de una venerable profesora, le propuso hacer algo juntas. Y lo hicieron. De hecho lo están haciendo. Abedul inició un cuento abierto en su Blog en esta dirección. Abierto a los que quisieran colaborar en su escritura. Albaida se sintió conmovida por la historia de una niña sin nombre que descubría un retrato de una joven dama en el trastero de su casa. Una historia de antiguos secretos a medias ocultos por el tiempo y una sábana polvorienta. La descripción de Nati de ese descubrimiento tenía una vividez que evocaba el olor del polvo y hacía maravillarse ante el colorido de lo encontrado en el diario. Nati nos descubrió algo que ya sospechábamos. El cuadro era de la bisabuela de Elisa, que se llamaba igual que la niña. Y las hojas del diario hablaban de un amor secreto. Paki, en su contribución al cuento, contó cómo Elisa salió como una exhalación del desván en busca de respuestas. Pero no fue fácil. La madre, reticente, le pidió que lo olvidara. Así que tuvo que ir en busca de la abuela. Como Paki sabía muy bien, había sido el bisabuelo quien quiso quemar el cuadro, y la bisabuela lo había ocultado celosamente para salvarlo de la destrucción. Con todos estos datos, Albaida se tumbó en la cama de su habitación e intentó descubrir, al igual que Elisa, qué había pasado para que la furia de un hombre decidiera quemar el cuadro de su esposa y por qué ella se había negado. No tuvo que esperar mucho. En su oscura habitación pudo ver con claridad cómo Elisa descubrió al fin lo que había pasado.


Continuación:

Cuando Elisa estaba escuchando la explicación de su abuela, la puerta se abrió y entró su madre. Su mirada severa fue de la abuela a la niña. Sabía de qué estaban hablando y no lo aprobaba. La abuela se encaró con la madre.
-Se lo estoy contando. Si ha sido capaz de abrir cajones y buscar respuestas, seguro que es capaz de entenderlo. Forma parte de su herencia, hija.
-No, madre. Aún no. Es demasiado pequeña. No creo que pueda entenderlo.
Elisa, que era  una niña decidida y además había visto telenovelas de amores y desamores desde la cuna, decidió intervenir.
-Pero mamá, si no pasa nada. Si la abuela tenía un amante, mejor para ella, ¿no?
Estas palabras, dichas por una niña de seis años, parecieron tan impropias que la madre y la abuela, se echaron a reír al mismo tiempo mientras la miraban con ternura.
-Ay, mi niña. -pudo decir la madre cuando se le pasó la risa-. No se trata de eso, cielo. Pero supongo que si te has imaginado algo así, es hora de que sepas la verdad.
La abuela asintió con esa mirada de "ya te lo decía yo", y las tres generaciones se sentaron en un círculo. Elisa con los ojos muy abiertos porque, al fin, se iba a descubrir el misterio.
-Tu bisabuelo -empezó la abuela-, fue siempre un hombre de acción. Decidió dedicarse a la política y consiguió todo lo que pudo. Llego a ser parte del gobierno de la nación y si no llegó a presidente no fue porque no lo intentara. Él siempre decía que la única vida que merece la pena vivir es aquella vida que está guiada por la pasión. Y su pasión eran la política y tu madre. Cuando la conoció ella era una joven muy hermosa y con una mirada triste que lo encandiló desde el principio. Elisa había amado antes de conocerle. El diario que has descubierto habla de sus encuentros. Era un joven pintor y la conoció mientras pintaba ese retrato. Pero aunque muy hábil, no tenía dinero ni era de buena familia. Por eso la abandonó. Su amor secreto la dejó para ir a buscar fortuna y le prometió que volvería a buscarla cuando fuera un hombre digno de ella.
-¿Y qué pasó? -preguntó la niña, mientras se comía una mandarina. Se sentía cómo si estuviera en el teatro, escuchando un enorme cuento.
-Pasó lo que tenía que pasar, que Elisa se cansó de esperar y se casó con tu padre, que tenía dinero, posición, y la trató como a una reina.
-¿Y entonces, por qué se enfadó el abuelo?
-Verás, años después la abuela enfermó. Pensó que iba a morir, y asustada por la salvación de su alma le confesó a tu abuelo que su primer amor había vuelto a buscarla cuando ya ella estaba casada y estaba embarazada de mí. El pintor le prometió que la cuidaría, que amaría a la niña que llevaba en su vientre como si fuera suya. Le pidió que abandonara a tu padre y se fuera con él. Elisa, ardiendo de pasión por él, pasó largas horas deseando hacerlo, deseando irse con él, pero no pudo. Tuvo miedo de las consecuencias y abandonó su idea. Pero en el fondo de su corazón, aunque quería a tu bisabuelo, siempre siguió llorando por no poder estar con su amado.
-Entonces el bisabuelo se enfadó porque ella no lo quería.
-Te equivocas -intervino su madre mientras cogía a Elisa en brazos y la abrazaba con cariño. Cuando tu bisabuela se puso buena, el bisabuelo se fue directamente hacia el cuadro dispuesto a lanzarlo al fuego. Esto me lo ha contado la cocinera, que intentó evitarlo. Elisa
-Elisa, entiéndeme bien.-y puso sus fuertes manos en sus hombros- No te considero responsable de tu pasión, mi querida Elisa. No somos nosotros quienes elegimos nuestras pasiones, pero sí somos responsables de seguirlas. Ese cuadro debe ser quemado porque me recuerda que mi mujer fue lo suficientemente cobarde como para dejar que la Pasión se escapara de su vida por una serie de estúpidas convenciones sociales. Mi querida Elisa, cuál es la herencia que quieres dejarles a tus hijos. ¿Quieres que maten el fuego de sus corazones?
La niña, con los ojos muy abiertos, sintió una emoción en su pequeño cuerpo que no entendía del todo. Como si le estuvieran hablando de algo importante que no alcanzaba a comprender del todo.
-Elisa -siguió la abuela-, tu bisabuela, miró a su marido a los ojos y lo besó en la frente. Luego dio instrucciones a la servidumbre para que no quemaran el cuadro y vino a verme. Me contó toda la historia y me pidió que conservara el cuadro, para que nadie en nuestra familia olvidara nunca lo que tu abuelo le había regalado aquel día. Después se marchó. -Una lágrima se asomó en los ojos marchitos de la anciana-. Encontró a su pintor y vivió con él largos años. Y, lo que es más extraño, a partir de aquel momento, siempre que tu bisabuelo hablaba de ella, lo hacía con orgullo.
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10 comentarios:

  1. Cordoba que toque tan especial le has dado y me encanta qye hayas integrado a Paki y Nati... son dos amigas entrañables. Me encanta como escribes !!!!!! la pena que ha tenido poco eco....pero hemos empezado bien...un beso muy grande y tendriamos que hacer "algo"..Precioso final y sobre todo...liberador....el bisabuelo era un hombre caval!!!!! txapeldun, un agrazo Begoña

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  2. bueno es algo 0.o nuse jajaja es resumido?
    pero me gusto es la primeravez que algo resumido me gusta jajaja
    waaaa este em ahy segunda paerde por como que siento nose que nose que pero siento que algo falto

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  3. No sé yo tampoco acabo de ver que este completo, pero quizas es porque la literatura de mayores no la controlo como la infantil.
    Buen trabajo Cordoba, Paki y Begoña.
    La mescla de comienzos y tramas las has encajado perfectamente y te ha tocado lo mas dificil el final pero pienso que lo has hecho con mucho arte y teniendo en cuenta a todos y eso es muy complicado.
    Eres una buenisima escritora no dejes de escribir pero queremos más jajaja nos ha sabido a poco.
    Yo estaba embelesada completamente metida en la historia cuando de repente se acabó y eso es porque escribes de una manera que engancha.
    felicidades y lo proximo una Novela.
    hasta pronto y gracias por tu comentario en mi cuento.
    Besos Nati.
    Bienvenida.

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  4. bualaaa!!!me ha encantado!! Está genial, y me he alegrado mucho que hayas incluido mi idea, ha quedado una historia fantástica, felicidades Cordoba!

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  5. Q bello post, mi niña.. He conseguido introducirme en la historia, y además
    me he imaginado la escena encima de un escenario.. Será el gen "actoral", q
    como un bichito, nunca se durmió del
    todo..

    Te quiere mucho, pero mucho,

    Male.

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  6. Una historia muy bonita aunque -por mi ausencia durante largas semanas- me he perdido lo anterior. Me encanta ese final en el que se imponen los deseos del corazón.

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  7. la he leido varias veces y cada vez me ha gustado más.
    excelente.

    Saludos

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  8. Es la leche! Me has tenido enganchada a la pantalla jodia...

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  9. Cordoba como podriamos unificar mi introducción con tu final???? y colgarlo en nuestros blog respectivos??? y que te parece la idea??? creo que se entenderia con claridad un final tan apasionante...bueno ya me diras. un saludo Begoña

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  10. Gracias a todos. Escribí ayer un comentario personalizado pero era en otro ordenador y no hubo manera de introducirlo.
    Como he visto que algunas personas no han visto el acceso directo al principio del cuento, pongo aquí la dirección: http://mibauldecuentosabedul-abedul.blogspot.com/2010/06/cuento-encadenado-el-cuadro.html
    Gracias, de verdad. Tengo una idea para todos nosotros. Creo que es el momento de hacer algo juntos, si os apetece.

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