viernes, 22 de enero de 2010

El sueño de Córdoba


En la ciudad de Córdoba doce niñas se preparaban para dormir. Doce niñas en doce camitas. Vestidas con doce camisoncitos de florecitas rosas. Llevaban doce moños de color azul, doce moños deshechos, con doce mechones que caían sobre sus pequeñas caritas. Magdalena respira con dificultad, oscuros cercos alrededor de los ojos y el aroma del vipsvaporú extendiéndose desde el pecho. Arenal imagina, percibiendo los cuatro angelitos que tiene su cama, sabiendo que se la guardan. Noreña se ha perdido en una espacio inmenso de su interior lleno de extrañas intuiciones. Albaida flota feliz en una nube de cuento donde las palabras cobran vida. Golondrina suspira cuando el roce de la sábana le despierta un escalofrío en la piel. Fidiana lleva en el alma la canción del universo y sabe que es escuchada. Trinidad piensa en la semilla que ha plantado esta mañana en una maceta. Fuensanta se tapa hasta el cuello, con las sábanas bien remetidas para que no venga una mano y se la lleve. Reina sabe que es el momento de descansar. Viñuela se pregunta por qué el vino de la escalera ahora huele a vinagre. Azahara escribe un ratito en su libreta donde quiere llegar a plasmas todos los números del mundo, 122, 123, 124... Y Rosa, sencillamente, es.
Doce niñas en la ciudad de Córdoba se meten en sus camitas, y un sueño se expande sobre sus barrios y toca cada una de sus cabecitas.
Doce sueños se deslizan por el subterraneo del gran caserón. Allí, bajo la paja, descubren una trampilla. Doce niñas la abren y descienden. Muy, muy abajo. Y atraviesan los túneles.
Una gran conmoción se despierta entre la gente. Allí, en el mueble bar de la casa, han descubierto un ascensor que desciende profundo, muy profundo en el fondo de la tierra. Los hombres del lugar se reúnen. Discuten durante horas sobre quién bajará para ver a dónde va, pero tienen miedo. Córdoba, una niña pequeña, se adelanta cuando todo parece perdido y dice: "Yo iré". En el pueblo no acaban de creérselo. Discuten su valor y la conveniencia de que haga el viaje, pero no pueden impedírselo. La niña se adelanta hasta el mueble bar y entra, cerrando la puerta tras ella. El diminuto cubículo se mueve con un chirrido de maquinaria oxidada. Desciende por paredes deslucidas, cada vez más extrañas, hacia dentro, muy adentro. Cuando se detiene, la niña baja del ascensor y observa. Unos hombres gordos y fuertes, muy grandes, usan látigos contra escuálidas mujeres que se arrastran picando en una mina. La niña se queda horrorizada, y antes de que se dé cuenta, salta encima de uno de aquellos monstruos y empieza a pegarle en la cabeza. Parece un mosquito encima de una araña, pero las mujeres, esclavizadas, se vuelven a mirarla. Mira, dice una, esa niña tiene más valor que todas nosotras. Y la otra dice, podríamos pelear. Al fin y al cabo, no son tantos. Y las mujeres cogen los picos y los usan contra los hombres que las machacan, y Córdoba ya no está sola en esa pelea. Todas juntas lo consiguen, rompen las cadenas y aclaman a Córdoba por enseñarles el camino. La niña sube de nuevo en el ascensor, y es recibida con fanfarrias y guirnaldas lanzadas al viento.
Doce niñas despiertan en sus camitas, doce niñas con doce camisoncitos. Sonríen.

8 comentarios:

  1. AkABO D LEER TU TXT... Y ME GUSTÓ MUCHO!
    PROSA POÉTICA, MUY BELLA!
    BELLO, EN VERDAD!

    Bss!

    MALENA (EL PAÍS DE LOS BOSQUES)

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  2. La verdad es que todavía me resulta raro que a alguien le interese leer lo que escribo. Gracias por venir. ;)

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  3. GRACIASS X TU COMENTARIO EN "EL PAÍS DE LOS
    BOSQUES"..., Y ¡NO ES RARO! ES Q HAY GENTE
    Q ANTE "UN TEXTO BIEN ESCRITO" ENMUDECE
    Y SE QUEDA SIN PALS...

    DESDE HOY, TE UBIQUÉ EN EL LINK DE ENLACES!

    ESTAREMOS EN kONTAkTO!

    UN ABRAZO!

    MALENA

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  4. Hola Córdoba!!
    Me gusta tu cuento. Es original.Me gusta mucho cómo através de la cadencia de tu prosa va llevando...Me lleva aun espacio de juego, a un espacio que "jugando" se pueden resolver más de un problema. Los cuentos son una gran fuente de pistas a seguir para"bajar" a esos subterráneos psiquicos. Empleas mucho simbolismo,que de alguna manera, va a ese centro de la psiquis que comprende con imagenes, comprende a través de los símbolos.
    El valor y el apoyo son lo que uno necesita para adentrarse en ese subterraneo, y liberarse. Es bueno, Córdoba.
    Animo,y continúa escribiendo...Nada queda al azar.
    P.d. : Conoces el libro: "Las mujeres que corren con lobos" de Clarissa Pinkola?. a Mime encantó
    Un abrazo

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  5. Gracias Malena por ponerme en enlaces. Vosotras también estáis en los míos.
    María, conozco ese libro y aunque no lo he leído entero es uno de los que siempre quedan pendientes y algunos fragmentos que he leído estaban mucho en relación conmigo.
    Los símbolos hablan directamente al inconsciente, y tienen muchos niveles de interpretación. Pero ninguna los agota, por eso los adoro y los uso de muchas formas. Me animáis mucho, chicas.

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  6. BUENAS VIBRACIONES ESTA SEMANA,
    MOMENTOS DULCES,
    Y "RATITOS DE FELICIDAD"...

    UN ABRAZO DESDE EL PAÍS DE LOS BOSQUES!

    MALENA

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  7. Llego aquí gracias a Malena. Me parece muy bueno lo que has escrito. Te sigo esperando nuevas actualizaciones! Te invito a mi blog si te apetece echarle un ojo: http://tentretengo.blogspot.com

    Un saludo.

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  8. Hola!

    ¿Cómo has hecho para poner las botas y el paraguas?. Está genial!

    Besos!

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